“LOS USOS SOCIALES DE LA TELEVISIÓN”
publicado originalmente en Human Communication Research 6: 197-209 (1980)
(Traducido por Claudio Avendaño, Universidad Diego Portales, Santiago, Chile)
El director del Instituto de Comunicación de la Universidad Hebrea, Elihu Katz le planteo a la corporación británica de radiodifusión (BBC), que él premiaría generosamente a quien lograra desarrollar un método de muestreo de conversaciones cotidianas que ayudaran a complementar los sondeos de las investigaciones de las encuestas sobre comunicación masiva (Katz 1977). Afirmó que este tipo de información generaría, no sólo grandes ventajas potenciales en el estudio de los roles de los medios masivos, vistos como constructores de agendas conversacionales, sino también en el estudio del lugar que tiene la televisión como generadora de la interacción interpersonal dentro de la familia. A su vez, esta información ayudaría en la investigación de los efectos socializadores de los medios y las consecuencias de los programas mediales en el uso del lenguaje, los patrones del discurso y del pensamiento.
El propósito de este ensayo es probar teórica y prácticamente, bajo las recomendaciones de Katz, la creciente sensibilidad que los investigadores de comunicación masiva han adoptado acerca de la naturaleza de los usos sociales que los miembros de la audiencia han hecho de la televisión. Esto será alcanzado sugiriendo en una primera instancia, que los miembros de las audiencias crean acciones prácticas y muchas veces elaboradas y específicas, relacionando en ellas a los medios masivos para gratificar necesidades particulares en el contexto social de la televisión vista en familia. En segunda instancia, se presentará una investigación etnográfica que ayuda al estudio de la relación de los medios y estos comportamientos. Finalmente, se dará a conocer la evidencia del estudio etnográfico junto con los descubrimientos literarios pertinentes de los usos y gratificaciones y se acompañará con la tipología de los usos de la televisión.
Medios Masivos Como Recursos Sociales
Es posible pensar que los actores sociales emplean activamente las herramientas comunicacionales para construir con un propósito determinado, sus realidades sociales. El Interaccionismo Simbólico (Blummer 1969), el lenguage-acción (Frentz y Farrell 1976) y el Constructivismo Comunicativo (Delia 1977) son en distintos grados, derivados contemporáneos del planteamiento Constructivista Social. El paradigma de los usos y gratificaciones en comunicación masiva es otra manifestación de la mirada constructivista. Quienes se adhieren a esta perspectiva plantean que los individuos utilizan selectivamente los medios masivos para poder satisfacer sus necesidades humanas. Como diría Katz ” esta es la investigación tradicional que se pregunta qué hacen las personas con los medios y no, qué hacen los medios con las personas” (Katz 1977). De acuerdo a la concepción moderna, los “usos” de los medios son evidencias observables del control que tienen las audiencias sobre el contenido y los instrumentos receptivos de la comunicación masiva.
Existen a su vez usos sociales de la televisión que no son tan obvios, muchos de los cuales están insertos en la substancia comunicacional “asumida” que involucra la experiencia visual y, por lo mismo, no han sido examinados ni investigados. Sin embargo, la reciente tradición de la etnometodología, en donde el mundo de la suposición de la interacción social es tratado como un fenómeno (Garfinkel 1967; Mehan y Wood 1975; Zimmerman 1978; Zimmerman y Pollner 1970), proporciona una perspectiva diferente para develar miradas adicionales dentro de la naturaleza de la comunicación humana; está tradición incluye los usos interpersonales de los medios masivos1. Las instancias sociales comunes de consumo medial pueden ser vistas como logros delicados y situados de las personas que están involucradas en ellas.
En el estudio de la comunicación humana es posible identificar los diferentes ejercicios de lenguaje, las ocasiones para hablar, y las propiedades estructurales de los patrones de interacción, como parte de los recursos disponibles para alcanzar los objetivos interpersonales como por ejemplo, la creación de manifestaciones comunicativas, que certifican la competencia social de un interlocutor, o bien, la satisfacción y cumplimiento de las tareas o el rol adoptadas por una persona (Hymes 1964; Philipsen 1975). Estos recursos son tan importantes para el diario vivir que las estrategias verbales son conocidas por ser utilizadas junto con una multitud de otras herramientas comunicativas para que el actor social pueda manifestar de forma efectiva el género comunicacional (Garfinkel y Stoller 1967).
Los medios masivos, a su vez, también pueden ser vistos como un recurso social importante utilizado en los sistemas de comunicación interpersonal. Son herramientas oportunas y útiles que están a la mano y que pueden ser explotadas por los individuos, las multitudes y las unidades familiares para alcanzar sus necesidades personales, crear relaciones prácticas y comprometer al mundo social. La televisión y otros medios masivos, raramente son mencionados como fuerzas vitales en la construcción y mantención de las relaciones interpersonales. Sin embargo, hoy en día pueden verse como elementos que juegan un rol central en los métodos con que las familias y otras unidades sociales interactúan. Los usos interpersonales que uno hace de los medios masivos constituyen la construcción de un grupo particular de acciones que pueden encontrar muchas aplicaciones prácticas en el ambiente hogareño. Una aproximación para lograr documentar estos comportamientos, es la investigación Observación-participante, que llevan a cabo los etnógrafos de la comunicación masiva.
El Método Etnográfico En El Estudio Del Comportamiento De La Audiencia Medial
En la investigación de la comunicación masiva, los aspectos fundamentales de la interacción social -aquellos eventos distintivos y detallados que crean los actores sociales en sus propios términos y en sus propias bases para lograr que lo sustancial de su rutina sea significativo – son raramente tomados en cuenta por los investigadores. Los duros límites, los casos especiales y las peculiaridades sutiles del mundo social son, algunas veces, ignorados para facilitar la claridad, economía y fuerza predictiva en los diseños y teorías producidos matemáticamente.
Las estrategias de la Observación-participante ofrecen alternativas a los métodos que se emplean comúnmente. La observación de los participantes, para la documentación de estudios naturalísticos de casos en comunicación masiva, permite a la construcción de teorías; amarrar elementos conceptuales comunicacionales, uniones de mensajes e intercambios entre actores sociales como unidades-holísticas-en -interacción (Blumer 1969). Para este tipo de análisis la familia (audiencia primaria de la televisión), es una unidad natural. A través de la investigación etnográfica, el investigador puede estudiar contextos comunicacionales reales y las formas en las cuales las experiencias mediales entran en las vidas de los miembros de la familia.
Un método de investigación naturalista que accede sólo a una conversación entre personas, no ha probado, sin embargo ser suficiente. Esta forma de investigar ha sido intentada con poco éxito por los investigadores de la Fundación de Salud Mental de la ciudad de Kansas (Bechtel et al, 1972). Para este estudio se eligieron veinte familias a las cuales se les instalaron cámaras de video arriba de sus televisores, con el fin de poder grabar sus comportamientos a la hora de ver televisión. A su vez, se pusieron micrófonos alrededor de la habitación para poder registrar las conversaciones y las reacciones personales frente a los distintos programas. Con todos estos equipos, los investigadores pudieron observar el comportamiento que acompaña a las familias a la hora de ver televisión, como por ejemplo cantar, conversar, bailar, hacer ejercicios, pelear, comer, ironizar, etc. También investigaron el grado de coincidencia entre la cantidad de horas reales y estimadas que las personas dijeron estar frente al televisor. Se descubrió una discrepancia considerable entre estas dos medidas: casi la mitad de los miembros de las familias veían menos televisión de la que habían dicho en un principio.
Después de examinar un aspecto preciso dentro de la vida familiar (la experiencia de ver televisión), los investigadores concluyeron que ‘ver televisión no implica que ésta actúe en el vacío; de alguna forma esto siempre conlleva un historial de los patrones de comportamiento dentro de la casa… Sin duda, es una gran aspiración o un propósito para futuras investigaciones determinar la relación entre las horas que se ve televisión, el estilo con que se mira televisión y un mayor marco del estilo de vida de la familia (Bechtel et al 1972:299).
Bechtel y sus asociados concluyeron que ni el registro más exacto de las grabaciones de movimientos y conversaciones frente al televisor pudo lograr dar nuevas miradas dentro de la naturaleza de las redes interpersonales que caracterizan al sistema comunicativo familiar. Más aún, la muestra solamente de conversación dio pocas pistas para avanzar en el conocimiento de los usos, gratificaciones o de los significados que los medios tienen para ofrecer a sus audiencias. Los patrones o estilos con los que las personas veían la televisión no fueron considerados en relación con la esencia de la comunicación interpersonal cotidiana de los sujetos, sus características personales, los roles familiares, ni con las propiedades estructurales de las familias. A su vez, como se podría sospechar en este estudio, las personas reportaron que sus hábitos de consumo televisivo habían sido alterados por la presencia de las cámaras de video apuntado hacia sus cabezas y los micrófonos.
El método más elaborado de etnografía, que está organizado sobre la base de (1)la observación del participante, (2)el uso de informantes y (3)profundas entrevistas, puede ser usado por el investigador social como un medio de integración para comprender el mundo diario de los grupos sociales, sus patrones de comunicación interpersonal y los usos que ellos le dan a los medios masivos. El propósito de la etnografía de la comunicación de masas es permitirle al investigador descubrir y comprender, lo más completamente posible y con un mínimo de distracciones ‘la perspectiva de los nativos´ en cuanto a materias comunicativas y socioculturales que le sean pertinentes a él o a ella(Bruyn 1966; Glaser y Strauss 1967). Cuando el método se aplica al estudio de la audiencia primaria de la televisión, se requiere que el investigador entre en el dominio natural de sus sujetos – el hogar de la familia. Las habilidades y la buena voluntad del investigador serán fuertemente probadas por la perspectiva de la intrusión a ésta pequeña y privada unidad social.
La presencia del investigador dentro del hábitat natural de sus sujetos y la negación usual de la investigación de Observación-participante, no necesariamente interrumpen el comportamiento natural de la unidad familiar (Lull1976, 1978). Recientemente, yo dirigí algunas investigaciones acerca de las formas en las cuales las familias seleccionan los programas para mirar televisión en grupo en sus hogares (Lull 1978). Para poder reunir esta información, se les pidió a las familias que se juntaran en el hogar cuando todos los integrantes pudieran estar presentes. De la misma manera, se les entregaron seis juegos independientes de programas fabricados para que pudieran elegir cuales querían ver. Mientras las familias elegían qué programas televisivos querían ver, las conversaciones fueron grabadas. Después de un tiempo, se dio a conocer la naturaleza del total de sus patrones de discusión, la voluntad comparativa para expresar sus preferencias, el grado de consenso en cuanto a la selección y las percepciones de las influencias interpersonales.
Cuando yo estuve presente en las casas de estas familias en el momento de su selección, se dio una variedad inesperada de acontecimientos. Rápidamente me convencí de que una forma integradora de observación sistemática de los participantes dentro de sus hogares, podía proveer mayores acercamientos valiosos a los usos mediales de las familias. Mi llegada a las casas de las familias durante la investigación descrita anteriormente, a veces interrumpía el flujo normal de cómo ellos veían televisión. En muchos de los casos, el ejercicio de la elección real, en que las familias decidían que querían ver, se reanudaba antes de que yo me marchara de sus casas. Realmente me alentó el hecho de que en este temprano estudio, en donde entré en las casas de veinte familias totalmente desconocidas para mí; aparentemente, los comportamientos normales de las personas cuando veían televisión no cambiaron, aún cuando el investigador estaba presente. Un estudio posterior demostró que cuando los observadores pasaban entre tres y siete días con las familias, en la mayoría de los casos (80 por ciento), los familiares concluían al final del período de observación que no habían habido grandes alteraciones del comportamiento por la presencia del investigador.
Cuando se documentan, mediante el método etnográfico, los usos sociales de la televisión, el investigador utiliza observaciones y entrevistas como medio para la validación del comportamiento interno. Ya que muchas estrategias de observación de códigos son poco prácticas en muchas de los estudios etnográficos; el investigador combina observaciones detalladas de la unidad social con profundas observaciones posteriores de las entrevistas realizadas a los participantes. Luego se realizan otros estudios a partir de los comportamientos observados con la ayuda y utilización de informantes. En este caso, otros miembros de las familias.
Dentro del proceso final de recolección de datos se pueden encontrar tres o cuatro formas de información que ayudaran a la documentación: Materiales escritos que incluyen las notas del observador durante el tiempo que pasó en los hogares de las familias estudiadas, grabaciones de audio de las entrevistas realizadas a cada miembro de las familias al terminar el período de observación y finalmente, transcripciones escritas que se realizan de las grabaciones.
Una técnica simple pero importante ha sido la de transcribir a papel o fichas las observaciones del investigador (incluyendo la información de las entrevistas). Esto será usado para recopilar el reporte etnográfico. Luego, se hace una cuidadosa revisión de la información para explorar los temas del análisis y se juntan los comentarios de las observaciones y las entrevistas de las fichas en la secuencia que sea deseada. De esta manera, el investigador puede ordenar y reordenar los” trozos” de información (datos) hasta llegar a la consistencia interna de cada tema en forma correcta. Todos estos datos ayudan al etnógrafo de la comunicación masiva a demostrar la validez interna de áreas que deberán ser desarrolladas teóricamente.
Mientras las técnicas de Observación-participante pueden ser diseñadas para probar hipótesis específicas planteadas con anterioridad al período de observación, esto es típicamente realizado después de que un proceso de descubrimiento ha sido emprendido, utilizando el mismo método esencial (Cicourel 1974:203).
La etnografía de la comunicación masiva debe corresponder a un examen inductivo sostenido y microscópico de las comunicaciones interaccionales, que conectan a los seres humanos con los medios masivos y al uno con el otro. Gracias a los datos generados por las investigaciones etnográficas y a la revisión de las contribuciones de los estudios de los usos y gratificaciones realizados por otros investigadores; ha sido construida una primera tipología de los usos sociales que se le pueden atribuir a la televisión. Esto será desarrollado en la próxima sección de este capítulo. La evidencia presentada que apoya esta tipología, surge de la revisión de grandes descubrimientos en la literatura de los usos y gratificaciones y de los datos etnográficos recopilados en la Universidad de Wisconsin y en la Universidad de California.
Mas de 200 familias, que representaban tanto a los blue-collar (trabajadores de fábricas, obreros, artesanos, etc.), white collar (personas que trabajan en oficinas, bancos, empresas, etc.), como a los campesinos fueron estudiadas durante los últimos tres años en estas localidades. Ellos fueron contactados a través de agencias sociales tales como escuelas comunales de enfermería, grupos religiosos, clubs de jóvenes y por recursos universitarios. Las familias fueron seleccionadas aleatoriamente de listas telefónicas, correos electrónicos o entre personas que se juntaban en reuniones generales, a las cuales asistían investigadores. El promedio de aceptación de las familias seleccionadas fue de un 30 por ciento y los períodos de observación fueron entre dos a siete días con cada familia.2 Los observadores estudiaron a estos grupos durante la tarde y hasta la hora de ir a dormir. En cada uno de los casos y después de finalizar el período de observación, se realizó una entrevista a cada uno de los integrantes de las familias y finalmente se les pidió que leyeran los informes realizados por los observadores para confirmar la validez de las observaciones.
Al principio, sólo se les dio a las familias una introducción general acerca de los propósitos de la investigación. Se les dijo que los observadores eran estudiantes de comunicación interesados en la ‘vida familiar’. No era posible revelar los intereses particulares de los investigadores, ya que esa información podría haber influenciado las actividades mediales de las familias en el período de observación. Luego de la recolección de todos los datos las familias fueron informadas acerca de la investigación y sus propósitos reales.
Los procedimientos de la recolección de datos por parte de los observadores fueron estandarizados al máximo posible de familia a familia. Cada observador mantuvo un diario en el cual escribían los comportamientos diarios que se desarrollaban en la familia. Como los observadores eran conocidos por las familias sólo como estudiantes ellos escribían sus notas como parte de una tarea universitaria, mientras se sentaban en el living de los hogares o donde estuviera el televisor. De esta manera, podían tomar nota de los acontecimientos y grabar los detalles de los usos mediales y las interacciones de los integrantes de la familia mientras estas ocurrían. Cada noche y después del período diario de análisis, cada uno de los observadores hacía una reconstrucción de los comportamientos y las interacciones ocurridas en la unidad familiar.
Los observadores pasaron a ser parte de la rutina familiar durante el período de observación. Comían con las familias, hacían las tareas del hogar con ellos, jugaban con sus hijos y formaban parte del grupo de entretención, particularmente cuando se veía televisión. Desde un principio se les dijo a las familias que no deberían cambiar sus rutinas por darle comodidad al observador, por el contrario, se les resaltó que no debían alterar la cotidianidad del hogar.
Los observadores buscaban las regularidades de los actos comunicativos que se reflejaban en las relaciones interpersonales y en los roles asociados a los usos de medios masivos. Se descubrieron comportamientos particulares de interacción tales como estrategias de dominio y patrones de lenguaje (habla). Otras áreas importantes dentro de la observación fueron los comportamientos interpersonales que involucraban medios masivos; como las dinámicas de selección de programación y la experiencia de ver televisión.
Un informe completo de los datos recopilados como en este caso, no siempre puede estar basado en reportes periódicos debido al largo análisis que implica una investigación etnográfica. La comunicación familiar es tan detallada, intensa y teóricamente intrigante bajo condiciones naturalísticas (naturales) que la alerta de los etnógrafos se transforma al parecer en una inundación de observaciones pertinentes. Henry, en sus estudios acerca de cinco familias con alteraciones mentales (Henry 1965), usó alrededor de 100 páginas para discutir a cada familia. A su vez, Lewis expuso el comportamiento de cinco familias Mexicanas en 300 páginas(Lewis 1959), y requirió alrededor de 700 para presentar el caso de una gran familia de Puerto Rico (Lewis 1965). Otros estudios clásicos etnográficos de culturas, vecindades y agrupaciones han tenido que ser editados en libros con gran número de páginas (Anderson 1923; Gans 1962; Liebow 1967; whyte 1943). Los datos etnográficos presentados como soporte de la siguiente tipología es, necesariamente, una destilación o selección de los descubrimientos.
La Tipología De Usos Sociales
Mc Quail, Blumler y Brown (1972) realizaron un primer intento por organizar dentro de una tipología descriptiva los usos que las audiencias le dan a los medios masivos. Su sistema de categorías esta compuesto por cuatro componentes: (1) distracción – el uso de la televisión y otros medios para escapar de la rutina, los problemas y para conseguir una relajación emocional; (2)relaciones personales – compañerismo, utilidad social; (3) identidad personal – referencias, exploración de la realidad, reforzamiento de valores; (4) vigilancia.
En los próximos párrafos se presentará un informe de los usos sociales primarios en oposición a los usos personales implícitos en muchos de los esquemas de McQuail y asociados. Distinguir los usos personales e interpersonales de la televisión es, en alguna medida, arbitrario. Sin embargo, el inventario y las explicaciones de los usos de la televisión descritos aquí, se centran directamente en sus valores comunicativos como recursos sociales.
Los usos sociales de la televisión dentro del hogar son de dos tipos primarios: estructural y relacional (figura 2·1). Esta sección se centrará en la segunda categoría, pero una pequeña introducción acerca de la primera categoría será de ayuda para clarificar los diferentes usos del medio. Los ejemplos que ilustran los componentes de la tipología no están pensados para ser exhaustivos en las categorías individuales. La evidencia que aquí se presenta esta diseñada para dar una agenda introductoria de los comportamientos que pueden ser clasificados de acuerdo a los factores que los describen.
Usos estructurales de la televisión
La televisión se utiliza como un recurso ambiental para crear un flujo secundario de ruidos constantes que se cambiará a una posición primaria según lo deseen las personas o los grupos. Es un acompañamiento a la hora de hacer las tareas de la casa y las rutinas. Contribuye al ambiente social en su totalidad ya que, les da una interpretación al constante y predecible surtido de sonidos e imágenes que crean instantáneamente una atmósfera de entretención u ocupación. La televisión encendida es una garantía para sus usuarios de una interminable comunicación verbal contra la cual pueden construir sus intercambios interpersonales. Claro que además, crea un ambiente que funciona como un recurso de entretención para la familia.
Figura 2·1 Usos sociales de la televisión
Estructural
Ambiental: ruidos ambientales; acompañamiento; entretención.
Regulador: indica el tiempo y la actividad; compañeros de discusión
Relacional
Facilitación de la comunicación: ilustración de experiencias; entradas de conversación; bases en común; reducción de ansiedad; agenda de conversación; clarificación de valores.
Afiliación/ escape o evasión: contacto/ falta físico, verbal; solidaridad familiar; relajación familiar; reducción de conflictos; mantenimiento de las relaciones.
Aprendizaje social: toma de decisiones; modelador de comportamiento; solución de problemas; transmisión de valores; legitimación; difusión de información; aprendizaje alternativo.
capacidad/dominio: promulgación de roles; refuerzo de roles; descripción de roles sustitutos; validación intelectual; ejercicios de autoridad; facilitación de argumentos, rol de protector.
En un segundo lugar la televisión tiene la característica estructural de ser reguladora del comportamiento. La televisión puntualiza el tiempo y las actividades familiares tales como la hora de las comidas, la hora de dormir, las horas de entretención y un conjunto de acciones relacionadas con actividades y deberes. Los patrones de conversación son afectados por las rutinas de ver televisión. La comunicación familiar externa es regulada de forma similar por la televisión. Las actividades recreativas, la entretención al aire libre o el formar parte de un proyecto comunitario, son acciones directamente influenciadas por la programación televisiva.
La acción de ver televisión también se da en unidades sociales distintas de la familia. Ver televisión en otros lugares puede ser algo libre y selectivo; como es por ejemplo, en los dormitorios universitarios, o bien puede ser dosificado a modo de premio de acuerdo al criterio de las autoridades respectivas. A los niños de sala cuna, se les permite ver televisión después de que ordenaron los juguetes. A su vez, a las niñas de un reformatorio en California se les permite hacer uso del aparato televisivo solamente cuando sus habitaciones han aprobado la inspección y cuando han finalizado todas sus tareas. Para aquellos que viven en una casa de retiro para jubilados, ver televisión es una actividad atractiva y una alternativa interesante a estar sentados solos en una sala privada. Bajo todas estas condiciones, ver televisión contribuye a la estructuración del día. Hay un tiempo para ver televisión y ese tiempo se relaciona frecuentemente con otras responsabilidades y actividades en las cuales están involucradas las personas.
Usos relacionales de la televisión
Las formas en las cuales los miembros de la audiencia usan la televisión para crear acuerdos sociales prácticos, pueden ser organizados dentro de una tipología de comportamiento de cuatro grandes divisiones. Aún cuando la exclusividad de las categorías no es absoluta, a continuación se presentará un argumento para la validez interna de los componentes del esquema descritos con anterioridad. Además, el orden con que se presentan las cuatro funciones relacionales (facilitación de la comunicación, afiliación/evasión, aprendizaje social, capacidad/ dominio) está realizada en orden secuencial para demostrar la relativa complejidad de las construcciones.
Facilitación de la comunicación:
Los personajes, historias y temas de la televisión son utilizados por los miembros de la audiencia como ilustradores abundantes que facilitan la conversación. Los niños por ejemplo, usan los personajes y los programas televisivos como referentes primarios que conocen con otras personas en común para aclarar asuntos y discusiones. Los ejemplos que da la televisión son usados por los niños para explicarse entre ellos, a sus padres y profesores esas experiencias reales, emociones, y creencias que son difíciles de aclarar interpersonalmente en aquellos intentos de la comunicación verbal.
Generalmente, un niño utiliza la televisión para poder entrar en una conversación de adultos. Cuando se está dando este tipo de comunicación y el niño es ignorado, él podría darse cabida dentro de la conversación empleando algún ejemplo de la televisión que ilustre alguno de los puntos que se están dando dentro de la comunicación. Si los participantes están familiarizados con el ejemplo televisivo, entonces el niño habrá introducido un referente común con el fin de acceder a la conversación de la cual fue dejado a un lado.
La acción de ver televisión puede ser por sí misma facilitadora. Aveces la incomodidad provocada por la falta de conversación puede ser reducida cuando el televisor está prendido y a la vista de los participantes. La función de mantener contacto visual sostenido entre las personas que están conversando es disminuido ya que, el televisor atrae hábilmente la atención durante las treguas que se dan durante la conversación. De la misma manera, el programa que se está viendo crea una agenda inmediata para hablar cuando puede que no exista tema sobre el cual conversar.
El medio es utilizado como un recurso conveniente para entretener a invitados dentro del hogar. Prender el televisor cuando los invitados llegan es introducir un campo común instantáneo. De esta manera, aquellas personas extrañas en el hogar podrían complacerse con una ‘conversación de temas televisivos’ – Las respuestas verbales a los programas de televisión permiten a los miembros de la audiencia discutir temas de experiencias en común que probablemente tienen poca importancia personal. Ver televisión bajo estas circunstancias genera la oportunidad de una abundante conversación superficial. De esta manera los televidentes mejoran sus relaciones sin tener que invertir riesgos personales. Por otro lado, la televisión también ayuda a algunos miembros de la familia a aclarar, de forma interpersonal sus actitudes y valores, especialmente en estos últimos años en los que el medio ha presentado programas más controversiales.
Afiliación/ evasión:
Un uso social fundamental que se le da a la televisión es su potencial como recurso para la construcción de oportunidades deseadas para alcanzar o evadir contacto interpersonal. Un investigador de los usos y gratificaciones plantea que éste es el uso social primario del medio (Nordenstreng 1970). La naturaleza proxémica del posicionamiento de la audiencia frente al televisor, es usada muchas veces, por niños que desean involucrarse física o verbalmente con sus admirados hermanos mayores. Algunos adultos, aprovechan de iniciar instancias de contacto físico frente a la pantalla del televisor, una intimidad que no necesita el acompañamiento de una conversación. Un medio de entretención, como sea que se defina es útil para este propósito. En una familia que fue observada durante siete días, el marido y su mujer sólo se tocaron dos veces. La primera vez el marido jugueteando agarró a su mujer y la sentó en sus piernas mientras su hija, actuando como un medio, contó una historia divertida de algo que había pasado en su colegio ese día. La otra ocasión de contacto físico, se dio durante esa semana, una noche mientras la pareja veía televisión. El hombre era un duro trabajador que casi siempre se quedaba dormido cuando veía televisión por las noches. Él dormitó sentado en una silla mecedora sin sus zapatos, roncando fuertemente con su boca abierta. Su mujer, que había estado sentada en el suelo de la misma habitación, se arrastró hasta que se acercó a la silla donde estaba él, se inclinó hacia atrás hasta que su cabeza reposó en los pies de su marido y sonrió mientras creaba este raro momento de “intimidad”.
Ver televisión es un comportamiento familiar conveniente que logran todos juntos. El medio es utilizado para proveer oportunidades para los miembros de la familia o para que los amigos vean programas de entretención o información. A veces se alcanza un sentimiento de solidaridad familiar ya que la televisión induce la risa, tristeza, rabia o la estimulación intelectual. ( Katz y Foulkes 1962). La confirmación de la familia como una unidad de personalidades interdependientes se construye por el intento de los espectadores por predecir consensualmente los resultados de los programas mientras miran o por la creación de discusiones acerca de los detalles o implicancias de las historias televisadas. Los miembros de la audiencia también usan el televisor como un elemento de relajación, esto promueve la armonía familiar reduciendo desacuerdos interpersonales, por lo menos mientras se ve televisión.
Otra característica de la televisión es que ésta disminuye la demanda de la fabricación de conversaciones y del intercambio de ideas dando un foco sostenido de atención, que puede ser utilizado como una especie de distractor social, disminuyendo las intensas formalidades comunicativas, que en otros casos se podrían esperar. Ya que el televisor es utilizado por los espectadores como un foco de atención para crear patrones “paralelos” más que patrones interactivos. De esta manera, se transforma también, en un recurso para evadir o escapar no sólo de los problemas personales y de las responsabilidades de los individuos, sino también del ambiente social (walters y stones 1975). El antropólogo Edmund Carpenter (19729) informó que un oficial de la armada estadounidense que se encontraba en Alemania, culpó por el alto porcentaje de divorcio entre sus tropas a la falta de una estación televisiva en inglés en el lugar donde ellos se encontraban. El oficial dijo, ‘ esto significa que un soldado y su mujer tienen que hablar por las noches y repentinamente descubren que ya nada les gusta del otro’ (carpenter 1972: 10). Una de las familias trabajadora que fue observada dijo estar agradecida de la televisión, ya que ésta ocupaba mucho del tiempo de sus abuelos por las noches, manteniéndolos alejados de su casa que se ubica sólo a tres puertas de la suya. Esta joven pareja prefería no ser molestada por sus padres. La televisión limita a las visitas no deseadas.
La televisión funciona como un recurso social de forma única; ayuda a parejas casadas a mantener relaciones satisfactorias. Al contrario de los medio impresos que transmiten trozos de información, la televisión puede provocar un mundo fantástico indirecto y voluble que para algunos sirve el propósito psicológico de una ocupación deseable, aún cuando temporal, de una realidad alternativa.
Las transformaciones psicológicas provocadas por ver programación televisiva se convierten en recursos utilizables por la inventiva del actor social. Un ejemplo de esto es revelado en el caso de una mujer campesina que hace quince años atrás renunció a su beca de estudiante de medicina en una importante Universidad del oeste de Estados unidos, se casó con su novio de secundaria y asistió a una escuela del sector para convertirse en secretaria médica. Su primer hijo nació después del primer año de matrimonio llevándola a renunciar a su trabajo en el centro médico. Los únicos programas de televisión que esta mujer vio durante el período de observación de la investigación eran programas que mostraban escenarios y temas relacionados directamente con medicina y esta profesión (‘Marcus Welby, MD’ ‘Medical Center’ ‘Medical Story’). Cuando estos programas salían al aire ella comentaba intensamente la naturaleza de la historia, particularmente cuando tenía relación con consideraciones médicas. A su vez, resaltaba lo que era apropiado acerca de los procedimientos de las salas de operaciones. Evaluaba el trabajo de aquellos subordinados y en todo momento se refería a los doctores por sus nombres formales. También alababa el trabajo médico bien realizado y criticaba las faltas y errores cometidos por el personal. Esta mujer se demostró fascinada con la cesárea de los quintillizos que se vio durante un melodrama y mientras veía el programa destacó la importancia de cortar rápidamente los cinco cordones umbilicales.
Después de una semana de observación el investigador realizó una entrevista, en ella la mujer dijo:
“Yo siempre he estado interesada cualquiercosa médica, en todo lo que tenga que ver con el campo de la medicina. Así es que eso es lo que me gusta… casi siempre descubro que su información (médica) es bastante exacta en cuando a los diagnósticos de enfermedades y todo eso… Así es que, me entretengo porque trabajo alrededor de mucho de eso y como que me mantiene en el negocio, supongo”.
Su marido apareció para reconocer el deseo de utilizar la televisión como forma para estimular a su mujer. Aunque ella sabía perfectamente los horarios de sus programas favoritos, él le recordaba esto y la estimulaba a mirar televisión. Además el se aseguraba de cambiar el programa “Mondays Night Football” para que ella viera el programa médico que transmitía un canal de la competencia a la misma hora. El interés del esposo por estimular que ella viera esos programas médicos que la hacían participar del mundo de la medicina, al cual renuncio por dedicarse a su esposo y a su hijo, sin duda le ayudaban a soportar el sentimiento de culpa por haber sido, en parte, el responsable de coartar la vocación profesional de ella.
Aprendizaje social:
La televisión es considerada ampliamente como un recurso para aprender (Lyle 1972). Aquí el interés especial son los usos sociales que se obtienen gracias a las oportunidades de aprender de la televisión. En este medio electrónico se puede encontrar mucha información sobre de la vida cotidiana. Algunos ejemplos obvios son los mensajes publicitarios de política y consumo, que dan al espectador una agenda para tomar decisiones, las cuales tienen una implicación importante para la sociedad, la unidad familiar y para el individuo (Schiller 1973). Pero además, se han descubierto otros aprendizajes de experiencia más sutiles. Estudios anteriores acerca de las telenovelas demostraron que estos melodramas proporcionan sugerencias prácticas, que son imitadas por los miembros de la audiencia para la interacción social (Herzog, 1944; Lazarsfeld y Stanton 1949). Estas imitaciones pueden ser útiles para resolver problemas familiares que tienen semejanzas con las dificultades resueltas en los dramas televisivos. Por último, la televisión también presenta modelos a seguir, los cuales son socialmente útiles para miembros de la audiencia.
Los padres alientan a sus hijos a ver programas de juegos, especiales o documentales como una experiencia sustituta de aprendizaje. Los temas y valores que se presentan en la televisión son utilizados por los padres para enseñarles a sus hijos, de acuerdo a sus propias opiniones del mundo, acerca de las cosas que se están viendo. De esta manera, el sistema de valores de los padres es transmitido hacia sus hijos y las actitudes ya internalizadas son reforzadas (katzman 1972).
Existen estudios serios acerca de cómo las personas aprenden de los medios masivos para después difundir lo aprendido entre sus pares, a través de la comunicación interpersonal, hace al menos treinta años (berelson, Lazarsfeld y McPhee 1954; Katz y Lazarsfeld 1962; Lazarsfeld, Berelson y Gaudet 1948; Merton 1949). Estas teorías que llevan los nombres de Flujo en Dos Etapas y Flujo en Etapas Múltiples plantean que los líderes de opinión, los cuales son grandes consumidores de medios en sus áreas de conocimiento más fuertes, aprenden estos conocimientos especializados tanto de la televisión como de otros medios. De esta manera, estos expertos transmiten las nociones adquiridas a una red de personas cercanas a ellos.
Dentro de la tarea de informarse y difundir el conocimiento, los líderes de opinión utilizan información de los medios, no sólo para enseñarles a sus amigos, conocidos o a sus compañeros de trabajo, sino también para hacerse valer como un miembro valioso de la sociedad. Los líderes de opinión usan la televisión y otros medios para ayudar a crear y satisfacer roles interpersonales, de los cuales muchos tienen el efecto de demostrar sus capacidades.
Capacidad/ dominio:
Existen variadas formas en las cuales la televisión entrega oportunidades únicas para demostrar las capacidades por medio de la satisfacción de roles en la familia. Una forma para conseguir este objetivo es la utilizada por los padres al controlar la cantidad de tiempo que sus hijos pueden ver televisión. Para aquellos adultos que quieren supervisar o restringir el flujo de información externa no deseada que entra en sus hogares, como forma de cuidar su función de protector sería la de controlar de forma autoritaria y metódica las horas en que se ve televisión. De esta manera, los padres (generalmente la madre), le dan a entender a sus hijos cuales son los roles dentro de la casa y quienes son los que gobiernan en ella. Esta acción confirma a los individuos como ” buenos padres” o como ” buena madre”. Una promulgación exitosa de las funciones reguladoras de la televisión, hace que con las experiencias mediales, los niños construyan perspectivas morales consistentes con las de sus padres. Simultáneamente, los padres afirman un esperado acto jurisdiccional que confirma una correcta realización del rol familiar particular.
La representación simbólica de un rol interpretado por un personaje de la televisión puede ser visto por los miembros de la audiencia como algo que confirma sus propios roles, aún cuando sólo se parezcan. Cuando el comportamiento de un actor o una actriz se parece a la forma de comportarse que los espectadores tienen en circunstancias parecidas, ésta experiencia puede ser útil para la persona como un medio para demostrar sus capacidades al resto de la audiencia. De forma parecida, un miembro de una familia puede utilizar la televisión para aprender un comportamiento aceptable y así imitarlo para que resulte acogido por otros miembros de la familia.
El rol de un padre o una madre ausente puede ser representado por un personaje de la televisión. En estos casos, es conveniente que el padre o la madre que si está presente aliente a sus hijos a ver programas en donde la imagen de esa persona que falta se presente de forma positiva. Implícitamente, el rol del adulto a cargo se puede preservar o aclarar mientras las acciones complementarias del padre sustituto se ven en la televisión.
Algunos espectadores aprovechan la naturaleza de la televisión e insultan a los personajes, los comentaristas de noticias o a las publicidades. Un hombre que estaba siendo observado discutía en voz alta con los reportes noticiosos de la noche que estaba viendo en la televisión. Explicaba los reportes y le discutía al periodista por no saber ” los hechos reales”. La crítica verbal a los programas o a las publicidades es también una forma de recalcarse entre los que están viendo televisión, lo mala que ésta es, aún cuando la están mirando ahora. De esta forma, se autopromocionan dentro del grupo.
Otro caso, es el de una señora que se especializó en la lengua francesa. Ella corregía, repetidamente la pronunciación de las palabras que pronunciaba un actor norteamericano que se hacía pasar por francés. Similarmente, el investigador Gans descubrió en un estudio acerca de familias italianas pobres en Boston, que estas personas recibían atención de otros televidentes cuando se daban cuenta que las actividades en la pantalla eran técnicamente imposibles o cuando ellos señalaban anacronismos o errores que aparecían en la trama (Gans 1962: 194).
Puede que un telespectador utilize o no el medio para demostrar su capacidad con el propósito de dominar a otros miembros de la familia. Pero dentro de la investigación etnometodológica, existen muchos casos en lo que esto ocurre. Por ejemplo, los miembros de la familia muchas veces usan el televisor como un validador de información de concursos, de esta manera demuestran sus capacidades intelectuales. En otra familia que fue observada, la captura y el arresto de William y Emily Harris del Ejército de Liberación de Simbia fue un tema de conversación durante la cena el día que la pareja fue arrestada en San Francisco. Hubo discusiones entre los miembros de la familia acerca de sí Patty Hearst había sido capturada o no. El padre altamente autoritario, había escuchado un reporte en la radio durante la tarde que decía que solo los Harris habían sido arrestados. No había escuchado las últimas noticias que notificaban que Hearst también había sido capturada bajo custodia policial. Su mujer y su hija le dijeron que habían escuchado esta última noticia en la radio del auto. Arrogantemente él negó la validez de esa información y dijo que la familia podía enterarse de la “verdadera situación” mirando el noticiero en la televisión. Después de ver las noticias, el marido se sintió avergonzado al descubrir que en realidad Hearst también había sido arrestada. ‘ves!!! Dijo su mujer enfáticamente cuando los hechos reales se revelaron. ¡Estábamos en lo correcto! Te dije que Patty Hearst había sido capturada y tu no me querías creer. El medio le confirmó a ella tener la razón y a él le confirmó el estar equivocado. Unos minutos después de este acontecimiento la televisión le dio a él la oportunidad para reafirmar su posición dominante. Durante un comercial escuchó una opinión acerca de un atributo del producto que se estaba publicitando. Su mujer estaba en desacuerdo, pero unos segundos después el anunciador dio información que apoyaba al marido. Rápidamente se acercó a su mujer de forma insolente y le dijo: ” no hablo mucho pero cuando lo hago, deberías escuchar”.
Hombres, mujeres, niños y niñas utilizan el televisor para comunicarse entre ellos actitudes acerca de los correctos comportamientos de los hombres y las mujeres con respecto a los roles de su sexualidad. Se observó a jóvenes adolecentes que estaban gritando y criticando a las detectives de “los ángeles de Charlie” en la misma habitación donde se encontraban sus hermanas. El programa les ofrecía una oportunidad a los hombres para verbalizar sus sentimientos negativos acerca de las actrices “haciendo el trabajo de hombres”. De la misma manera, se observó a niñas adolecentes que veían un programa de modas compitiendo por identificar la ropa de moda de distintos períodos históricos. Las adolecentes trataban de identificar la época antes de que lo anunciara el comentarista de televisión. El identificar correctamente le daba a la niña un estatus, validándola como una especie de experta en moda de mujer y posicionándola como alguien estimado para el resto de sus amigas.
Las estrategias de dominio interpersonal envuelven a la televisión de otras maneras. En muchas casas ver televisión es algo que se permite o se prohibe como una especie de recompensa o de castigo. Los adultos y los niños discuten constantemente por quién verá qué programa y así crean una oportunidad para demostrar sus diferencias personales. Para aquellos miembros de la familia que están peleados o enojados entre ellos ver televisión (el proceso de decidir que programa se ve o la experiencia de ver televisión en sí), proporciona incesantes oportunidades para discutir, provocando peleas de dominio entre los miembros de la familia.
Otros usos más sutiles de la televisión son aquellos utilizados por las personas para influenciar a otros miembros de la audiencia. En un caso, una pareja de casados estaba viendo un programa en el cual un actor abrazaba apasionadamente a una mujer joven. El marido le preguntó a su mujer durante la escena si los dos personajes de la televisión estaban casados. Ella le contestó: ” ¿te parece que están casados? Los dos se rieron en silencio sin quitar los ojos de la pantalla. Los miembros de esta familia se hablaron indirectamente pero dieron a conocer sus puntos de vista acerca de las relaciones por medio de los comentarios del programa de televisión.
Conclusiones
Aún cuando, la audiencia natural de la televisión, La Familia, ha sido identificada desde el trabajo de Burgess (1926) por las teorías sociales como una ‘unidad de personalidades que interactúan’. El estudio de los variados procesos familiares como se dan dentro del hogar, ha sido rara vez tratado. Más aún, los investigadores que hoy en día estudian los comportamientos de las familias, han reconocido que ‘la comunicación se enfatiza, cada día más, tanto la base de la interacción familiar como la clave para comprender las dinámicas de las familias’ (Anderson y Carter 1974: 111). Afortunadamente, este capítulo ha ayudado a demostrar que los métodos que las personas construyen usando la televisión y otros medios, constituyen un escenario importante de comportamientos comunicativos útiles y únicos que son centrales para la vida en familia.
La tipología de los usos sociales de la televisión que aquí se presentó es diferente a otras presentadas con anterioridad, ya que las categorías derivaron de las instancias acumuladas de observación del comportamiento de la audiencia, de los reportes de aquellos participantes a los que se les ganó la confianza gracias al prolongado contacto con el investigador, de discusiones de estos mismos participantes acerca de los usos que sus pares le dan a la televisión y de los relevantes descubrimientos producidos por otros investigadores que emplearon las técnicas tradicionales de recolección de datos. La contribución a este trabajo por parte del método etnográfico complementa la información proporcionada por las técnicas cuantitativas y probablemente, revela algunas perspicacias que de otra manera no podrían haber sido obtenidas. El conocimiento del comportamiento de la audiencia en el hogar familiar tal vez podría ser maximizado, para esta área general de investigación, con un acercamiento multimetodológico en donde la información recuperada por los métodos tradicionales es considerada en conjunto con los datos etnográficos.
Mientras que la tipología de los usos sociales que aquí se presenta no implica un orden particular de las construcciones, más que por el de su grado relativo de complejidad, estos pueden ser considerados ordinales e independientes. Como se ha discutido, en algunas ocasiones el proceso de aprendizaje social precede a la demostración de las capacidades de los roles. De forma parecida, la demostración de las capacidades de los roles puede llegar a tomar la forma más elaborada de una estrategia de dominio interpersonal. Así como también, la afiliación interpersonal podría ser considerada como un comportamiento precursor en el que se demuestran capacidades y dominios, con la intención de ir en contra o unirse a otro miembro de la familia. La facilitación de la comunicación parece intuitivamente fundamental para las otras tres categorías.
Podría ser de gran ayuda construir índices basados en las cuatro grandes divisiones de los usos relacionales de la televisión para desarrollar ‘tipos de televidentes’ o’ tipos de familias’. Hacer esto, podría significar la posibilidad de determinar si una persona o una familia particular usa la televisión esencialmente para la facilitación de comunicación familiar efectiva; para construir potencialmente el grado deseado de afiliación interpersonal, para aprender a como comportarse en el mundo social o para demostrar capacidades o el dominio de otras personas dentro del grupo de observadores. Distinguir estos tipos de familias generará un índice del comportamiento de la audiencia como una variable independiente. De aquí, los investigadores podrán diseñar estudios que utilizarán ‘los tipos de usos sociales’ como herramientas de predicción de la exposición medial, la satisfacción de la comunicación interpersonal, la armonía de la familia u otras medidas relevantes de valor teórico. El comportamiento de la audiencia podría contribuir entonces, más significativamente, al creciente interés de los estilos y las estrategias de la comunicación familiar. Los usos relacionales que las familias hacen de la televisión representan ciertamente, un registro de comportamientos comunicativos que revelan mucho acerca de la naturaleza del grupo. Un entendimiento preciso de los usos particulares de la televisión por parte de las familias puede incluso contener implicaciones para terapia familiar.
Las tipologías son recursos descriptivos y heurísticos. La clasificación de los usos sociales que se ha presentado aquí, requiere de mayor elaboración y validación. Metodológicamente, ha surgido, usando tres formas de recolección de información: observación naturalística, reportes hechos por ellos mismos y otros reportes, una discusión para más etnógrafos de la comunicación masiva. De esta manera los nuevos y complejos usos sociales de la televisión y otros medios pueden ser documentados.
Otro acercamiento sería operacionalizar las construcciones propuestas en la discusión anterior en un formato de argumentos con alternativas fijas para investigaciones realizadas con encuestas. Generando puntuaciones cuantitativas y aplicando pruebas estadísticas, podría ser posible establecer o transformar los componentes de la tipología en factores científicamente correlacionados. Claro está, que este método asume que los miembros de la audiencia son suficientemente conscientes como para reconocer o indicar algunos de los usos sutiles de los medios, algo que han sido descubiertos etnográficamente. Puede que esta suposición no sea cordialmente acogida.
Notas
1 La etnometodología es, en un sentido general, una forma de dirigir una investigación social ya que es una manera de pensar acerca de las estructuras y los procesos sociales. El término está creado para dirigir a los investigadores hacia la observación e interpretación de los ‘métodos’ sociales de sus sujetos como la esencia del análisis, particularmente los comportamientos rutinarios que muchas veces son pasados por alto. El método en la ètnometodología’, no se refiere a una estrategia de investigación, sino más bien, a las formas en que las personas construyen sus realidades sociales.
2 Para la investigación acerca de la familia, un período de observación de una semana es muy eficiente. Henry (1965: xv- xxiii) plantea un argumento convincente para la duración de éste período. Seguramente se podría recolectar información adicional si los períodos fueran más largos, pero el investigador debe utilizar el tiempo sabiamente para poder maximizar el tamaño de la muestra al mismo tiempo que recupera los datos más valiosos.